Diario de Ana Frank

El Diario de Ana Frank, en verdad un intercambio epistolar con una amiga imaginaria, fue publicado por primera vez en 1947. Desde ese año logró una difusión extraordinaria, tanto por su valor testimonial del Holocausto como por su indudable calidad literaria. En 1997, a cincuenta años de su aparición, se dio a conocer una versión con fragmentos que habían sido eliminados en las versiones anteriores y que son incluidos en la presente edición. Dichos fragmentos arrojan luz sobre aspectos de la vida cotidiana de Ana durante su encierro en la “Casa de Atrás”. El Diario de Ana Frank se constituyó en un clásico que convirtió en realidad el deseo de Ana, que afirmaba: “Quiero que algo en mí perdure después de la muerte. Por eso agradezco a Dios este don que me ha dado la posibilidad de desarrollarme y escribir, es decir, de expresar lo que pasa dentro de mí”.